Los datos recogidos por las peticiones de información de estudiantes para participar en el Premio Innovatia a la Innovación Empresarial, organizado por la Escuela de Negocios IDE-CESEM Instituto de Directivos de Empresa, desprenden unas conclusiones acerca de cómo las diferentes áreas de estudio superior inciden en el alumno universitario para poder llevar a cabo una actividad emprendedora.

Las cifras nos dejan ver que hay ciertas áreas formativas que, debido a una mejor formación o a la proyección de futuro de los alumnos que las cursan, son más proclives a formar a futuros emprendedores o, al menos, a personas con inquietudes de poder llegar a un autoempleo.

Los porcentajes de peticiones de información, según áreas de estudio, son los siguientes:

Un 36% pertenecen a carreras que hemos denominado como "Ciencias de la Empresa": CC. Empresariales, Económicas, Administración y Dirección de Empresas, Marketing...

Un 35% pertenecen a “Ingenierías”: Industriales, Informáticas, Telecomunicaciones, otras...

Un 13% pertenecen a “Ciencias Humanas”: Humanidades, Derecho, Psicología y Pedagogía, Filosofía, Relaciones Laborales...

Un 4% pertenecen a lo que hemos denominado "Ciencias": Biologías, Farmacia, Química, Ciencias ambientales, Físicas

Un 12% son de “otras”: Ciencias de la Información, Arte, Geografía e Historia, Traducción e Interpretación...

La conclusión inicial que arrojan estas cifras es que estas carreras, cuya base metodológica de estudio es el caso práctico, fomentan la creación de empresas y la generación de ideas innovadoras que cubran nichos de mercado existentes.

Mariano Ruipérez, Director General de AJE Madrid, patrocinadores de Innovatia 2005, opina, a la vista de estos resultados, que “El emprendedor se caracteriza por una serie de cualidades personales: iniciativa, innovación, creatividad, capacidad de asumir riesgos, tenacidad, comunicador, etc. Definido así, cualquiera puede ser emprendedor (empleado por cuenta ajena, propia...). Obviamente, para tener posibilidades de éxito en la opción del autoempleo, es necesario serlo.
Otro asunto son los conocimientos sobre gestión de empresas. Suelen ser las debilidades de aquellos que no han estudiado CC. Empresariales, Administración de Empresas, etc., pero con motivación por adquirirlos, está superado.
Lo difícil es convertirse en emprendedor. Son aspectos que se desarrollan y consolidan desde muy temprana edad. A ser emprendedor no se aprende con un curso”

Además, acerca de la formación que se da a emprendedores en la universidad, Mariano opina que “a la universidad se le achaca lejanía con la realidad. Incluso aquellas que pretenden formar a futuros empresarios distan en formar en las competencias que han de ponerse en marcha a la hora de crear y gestionar la empresa. Los estudios de postgrado son más sensibles a esta carencia y se adecuan más a las necesidades formativas de sus estudiantes”.