Con el apoyo del Gobierno regional, el empresariado riojano apuesta fuerte por la calidad, la innovación, la internacionalización y el medio ambiente

Las empresas riojanas cada vez están más concienciadas de la importancia de la competitividad en un mercado difícil. Durante los últimos años, el tejido empresarial de la comunidad autónoma ha ido creciendo y mejorando en puntos claves como la innovación, el diseño o la calidad. En ese camino, los empresarios han estado apoyados por el Gobierno regional y, más concretamente, por la Agencia de Desarrollo Económico de La Rioja (Ader).

La Agencia nació para ser un lugar de encuentro dedicado al empresariado, aportando políticas activas y soluciones concretas a sus necesidades a corto, medio y largo plazo. Con el objetivo de crear ventajas competitivas por parte de las empresas riojanas y como región, desarrollando un modelo económico regional singular, la Agencia riojana ha logrado un avance sostenido a lo largo de estos años. La clave ha sido la existencia de un plan armónico que conjuga las diferentes líneas de actuación en busca de la competitividad y que ha hecho posible que la Ader se sitúe en la primera línea dentro de las distintas agencias de desarrollo regional de España.

«Esta búsqueda de la competitividad se ha desarrollado en políticas activas en áreas claves para la empresa riojana, optimizando las distintas líneas de actuación que la Unión Europea planteaba y que el Gobierno de España apoyaba», apunta el presidente de la Ader, Javier Erro. «La calidad, la innovación, la internacionalización, el diseño y el medio ambiente fueron las principales apuestas y, con el prisma que el tiempo concede, la elección se muestra acertada». Atendiendo al primer punto de los cinco ámbitos claves en los que se ha movido la Ader, las empresas riojanas son pioneras en la aplicación de sistemas de calidad en sectores clave para la economía regional como el agroalimentario, el calzado o las conservas. Y La Rioja, en su conjunto, es ejemplo para muchas de las nuevas regiones europeas. En cuanto a la apuesta por la innovación, la dimensión de La Rioja como región y la morfología de la empresa riojana, con un fuerte componente familiar, planteaba un claro reto. «En una economía globalizada, la empresa riojana no estaba capacitada para competir por costes y no tenía la potencia financiera suficiente como para establecer ventajas competitivas por la vía de la innovación», explica Erro. «De ahí que se estableciese un conjunto de medidas, decididas e integrales, que han posibilitado que, de una situación de partida que podríamos denominar de dramática, se haya pasado a operar en un panorama en el que la apuesta de las empresas riojanas por el I+D+i es esencial en su estrategia competitiva y que nos coloca como región a la cabeza en España y como modelo en la UE».

La realidad, como comenta el presidente de la Ader, es que «el empresariado riojano siempre ha tenido un fuerte carácter emprendedor» y «ha tenido que competir fuera de su ámbito de influencia». «Por ello, cuando desde la Agencia se les planteó una línea de actuación en la que, con el presidente del Gobierno de La Rioja como principal embajador, se apostaba por la internacionalización de las actividades, no dudaron un instante en ponerse a la cabeza y salir a competir a mercados exteriores», señala Javier Erro. El resultado se muestra en la balanza exportadora de La Rioja, que se muestra favorable y contribuye a equilibrar la economía regional.

Diseño y medio ambiente

En el mismo afán de lograr ventajas competitivas para el tejido empresarial de la comunidad autónoma, la Ader buscó nuevas fórmulas para dar a las empresas una respuesta concreta a sus necesidades. En este momento surgió la apuesta por el diseño como herramienta de diferenciación frente a la competencia. Ahora, sectores riojanos como el del calzado compiten con plena pujanza en un contexto sumamente complejo.

Respecto a la variable medioambiental también se constituye como elemento diferenciador en un mercado globalizado como el actual, tanto en eficiencias de los sistemas productivos, en la generación de mercados de subproductos o en comportamientos medioambientales sostenibles.

En definitiva, como explica el presidente de la Ader, el objetivo del Gobierno de La Rioja es lograr un modelo económico que abogue «por la solidaridad, como máxima forma de expresión del reparto de la riqueza entre todos buscando el máximo nivel de bienestar; por la competitividad, como fórmula para dotar de consistencia y equilibrio del sistema, y por la sostenibilidad, como expresión máxima del compromiso de los empresarios riojanos, de los trabajadores riojanos y del Gobierno de La Rioja con nuestra tierra».