Dos años de trabajo en equipo en el aula 32 de EADA han tenido como insólito resultado que los treinta alumnos del Executive MBApongan en marcha su propia empresa.

Que nazcan de los MBAs proyectos empresariales que acaban convirtiéndose en negocio real no es demasiado frecuente en las escuelas de postgrado españolas. Además, si todos los compañeros de promoción de un programa para profesiones constituyen su propia empresa, la iniciativa puede considerarse como inaudita.

Los treinta y un alumnos de la promoción de 2003 del Executive MBA de la escuela barcelonesa EADA han puesto en marcha una firma de consultoría para pymes en la que todos son socios propietarios y la gran mayoría, además, será consultor de su propia firma y compaginará este trabajo con su actividad profesional habitual. Aula32 Consulting es como se ha bautizado a la nueva compañía, porque éste era el lugar en el que se conocieron y compartieron experiencias y lecciones de gestión durante casi dos años, entre septiembre de 2001 y julio de 2003. Dos meses más tarde, en septiembre comenzaron a trabajar en el plan de negocios y en marzo de este año esta pionera consultora era una realidad.

Socios
"Muchos nos dicen que no sobreviviremos. Es cierto que no es sencillo gestionar un proyecto con tantos socios, pero hay una química especial en este grupo, que está muy cohesionado después de dos años trabajando en el MBA en equipos de cinco o seis miembros", afirma Marc Soler, uno de los integrantes de aula32.

Para gestionar con eficacia el proyecto la junta de accionistas ha elegido a cinco socios para formar una junta directiva que se ocupe de las decisiones, de la que forma parte Soler. Éste, como el resto de compañeros, tiene otra actividad profesional principal. En este caso, Soler, ingeniero informático, es el responsable de desarrollo de negocio para España y Portugal de Earnings Performance Group (EPG), consultora estadounidense especializada en el sector financiero.

En un principio, aula32 será para Soler, como para el resto de MBAs, una actividad complementaria, pero el objetivo "es que en el medio plazo buena parte de los socios nos veamos en la tesitura de tener que elegir entre continuar en su trabajo habitual o dedicarse por completo a aula32. No tendría sentido que fuese sine die una actividad complementaria", explica.

Independientemente de su evolución, los emprendedores afrontan el reto como una etapa de aprendizaje y enriquecimiento personal y profesional y como una nueva experiencia. "Es un salto con red, porque ninguno dependemos de los ingresos que pueda reportar esta iniciativa", apunta Soler.

Los integrantes de la nueva empresa proceden de titulaciones universitarias diferentes, como las ingenierías Industrial, Informática, de Telecomunicación, Economía, Publicidad o Química. Además, responden al perfil de un programa executive, con una media de edad de más de treinta años y diez de experiencia profesional previa. "Lo mejor que podemos ofrecer es nuestro know how", destaca Soler.

Pero, ¿por qué decide un ejecutivo dedicar su tiempo durante dos años a regresar a las aulas? "Si tienes una formación técnica y vas ocupando tareas de gestión y asumiendo cada vez mayores responsabilidades en la toma de decisiones, echas en falta algunas herramientas y conocimientos que sólo has aprendido a través de la experiencia. Hacer un MBA es una apuesta y una inversión en ti mismo", asegura Soler. Además, resalta que en un programa de este tipo "aprendes muchísimo de las experiencias de los compañeros. Cómo han actuado en situaciones complicadas que nunca has vivido".